El deshielo no siempre acaba en los mares y océanos, sino que se acumulan en lagos inestables que pueden provocar inundaciones en grandes áreas de terreno.
Décima a décima, la temperatura de la Tierra continúa su ascenso y gota a gota la historia helada del planeta se derrite ladera abajo. «Todos los sitios glaciares del Patrimonio Mundial tuvieron un balance de masa negativo de 2000 a 2020, lo que significa que perdieron más hielo del que ganaron», revela un informe de la Unesco. Las proyecciones climáticas apuntan a una temperatura cercana a los 2,7 grados centígrados respecto al periodo industrial, eso significa que perderíamos el 32% de la masa de los glaciares.
Traducido a agua son 48,5 miles de millones de toneladas métricas de hielo fundidas que elevarían el mar 15 centímetros o podrían desbordar lagos glaciares afectando a 15 millones de personas en todo el planeta. Esta es la última alerta del mundo científico sobre el cambio climático.
En un artículo publicado en la revista Nature Communications, los autores ponen el foco en cuatro países: Perú, India, Pakistán y China. «Las zonas más peligrosas no son las que tienen mayor cantidad de lagos o los que han crecido más rápido, sino son aquellas donde no hay capacidad para hacer frente a una inundación o viven una gran cantidad de personas cerca», asegura Caroline Taylor, investigadora principal.
En las últimas tres décadas, el número de lagos glaciares ha crecido un 50%. «No todo el agua del deshielo llega de inmediato a los océanos», revela Dan Shugar, científico de la Universidad de Calgary en Canadá, en otra investigación. Según sus estimaciones, los volúmenes actuales de los lagos glaciares suman alrededor de 156 kilómetros cúbicos de agua. Miles de millones de litros ‘almacenados’ en un lago inestable.
Estos nuevos embalses «pueden reventar repentinamente», explica Taylor en su trabajo. Los lagos glaciares están compuestos de rocas sueltas y escombros que se empujan hacia el frente y los lados de los glaciares. «Suelen ser bastante inestables y romper sus riberas o presas, provocando inundaciones masivas río abajo».