El cliente nos hace una consulta destinada a lograr un agua de una calidad suficiente para poder recuperar las membranas filtrantes que utilizan en uno de sus procesos, ya que se saturan con demasiada frecuencia.
Estos sistemas de filtración, tienen la característica de retener partículas con un micraje muy reducido, siendo de vital importancia para el proceso de fabricación del cliente y resultan bastante costosos por lo que pretenden recuperarlos haciendo contra lavados con agua de una pureza significativa.
Entendemos que el problema de ensuciamiento de las membranas, no es tanto por las sales que lleva disueltas el agua, sino más bien por las sustancias en suspensión de la misma ya que son estas las que acaban saturando los poros de las membranas filtrantes.
El reto consiste en proporcionar un agua con la menor cantidad posible de sustancias en suspensión para que al limpiar los filtros no se saturen.
Para conocer el nivel de partículas en suspensión del agua, medimos el índice de ensuciamiento con un equipo S.D.I. que permite conocer la cantidad de sólidos en suspensión del agua a tratar y conseguir el diagnostico necesario para solucionar el problema de colmatación en los filtros.
Los resultados obtenidos y el tamaño de las partículas en suspensión, nos inclinan a proponer al cliente una planta de ultrafiltración, ya que con este tratamiento se garantiza la calidad de agua necesaria para el proceso.
El proyecto se diseña para producir 2.000 litros a la hora, con una capacidad de retención de partículas en suspensión hasta 0,001micras.
De esta manera, el cliente recupera la inversión, vía ahorros obtenidos en los recambios de membranas filtrantes, ya que ahora, gracias a la calidad de agua aportada por la planta, es capaz de limpiarlos y recuperarlos al 100% en vez de tener que desecharlos. Así como un ahorro en tiempos de parada de mantenimientos no programados.